Miguel Barriga y su amor por la cazuela de pava con chuchoca
En una entrevista llena de nostalgia y sabor, Miguel Barriga, vocalista y fundador de la icónica banda chilena «Sexual Democracia», nos compartió su plato de comida preferido: la cazuela de pava con chuchoca. Este plato, tan representativo del sur de Chile, está impregnado de recuerdos y emociones para este multifacético artista, conocidos por canciones como «Buscando chilenos», «Macondo», «Ella gana más plata que yo», «Bomberos chicos buenos» o «180 grados», entre muchos otros.
Un ícono del rock chileno con raíces profundas
Miguel Barriga, nacido en Quirihue el 16 de octubre de 1963, es conocido no sólo por su talento musical, sino también por su versatilidad como showman, productor, humorista y cineasta. Fundó «Sexual Democracia» en 1988 en Valdivia, una banda que conquistó a los jóvenes de esa época y que sigue siendo recordada con cariño y nostalgia. Con 38 años de carrera, Barriga ha recorrido diversas latitudes, pero siempre ha mantenido un vínculo especial con los sabores tradicionales de su tierra natal.
Recuerdos de una infancia llena de sabores
El artista, quien es Hijo Ilustre de Quirihue y Ciudadano Distinguido de Valdivia, recuerda con cariño cómo su madre preparaba (y prepara) la cazuela de pava con chuchoca, un plato que se ha convertido en su favorito. Recuerda cuando su madre mandaba a faenar enormes chanchos. “Después de una larga jornada, se convertían en sabrosas longanizas, ricas prietas y engordadores chicharrones que disfrutábamos junto a las sopaipillas que salían de la misma manteca hirviendo de los chicharrones», comparte el artista.
La cazuela de pava con chuchoca, con su mezcla de sabores y texturas, es un plato emblemático del sur de Chile. La chuchoca, una especie de harina de maíz, le da un toque único y especial a esta preparación, que combina la riqueza de la pava con ingredientes frescos y locales.
Miguel dedica buenas palabras a su madre María Inés Parra: “Mi madre prepara la cazuela de pava como una de sus tantas preparaciones. Ella prepara el arroz al natural, al sol; calienta el arroz al natural, o sea, es arroz preparado con el sol… solar. En las muertes del chancho, ella se encargaba de todo. Ella se encargaba de hacer las longanizas, los chicharrones. Ella tiene una capacidad de hacer unos platos de la nada. Es experta para hacer los porotos con rienda, las lentejas que le quedan exquisitas, y cómo no, las cazuelas de pava, que vienen con su buena papa, su trozo de zapallo, con chuchoca. Cuando se mataba un chancho, de la muerte se encargaba el tío Mario, con arto sufrimiento para nosotros, por el pobre chancho. Esto se hacía antes en el mismo patio, a diferencia de ahora que se encarga la muerte del chancho a un carnicero y él nos deja el chancho ya muerto en la casa”.
A pesar de su amor por la cazuela de pava, Miguel Barriga admite que no la prepara él mismo. Sin embargo, sí se atreve a hacer el típico asado a la parrilla, guiándose por sus cuñados de la ciudad de Temuco, lugar que visita constantemente por ser el origen de su señora. «Reconozco que los asados me quedan muy bien», dice con orgullo.
El amor por la cocina tradicional
A pesar de su vasta experiencia y viajes, Miguel Barriga siempre vuelve a los sabores tradicionales de la cocina del sur de Chile. «La cazuela de pava con chuchoca no sólo es deliciosa, sino que me transporta a mi infancia y a los momentos compartidos con mi familia», dice el artista. “Recuerdo que el comensal más favorecido tocaba la mejor presa: el tuto. Yo generalmente me quedaba con el cogote, que me encantaba o el rique (risas) además, la chuchoca tiene un sabor muy especial, un sabor tan de invierno. Ahora de grande, yo la complemento con un vinito”.
Para Barriga, la conexión entre la música y la gastronomía es profunda. «Ambas son formas de arte que permiten expresar sentimientos y conectar con los demás. Cuando disfruto de un buen plato de cazuela, es como escuchar una buena canción: llena de recuerdos y emociones», reflexiona.
Una invitación a redescubrir los sabores del sur
Miguel Barriga nos invita a todos a probar la cazuela de pava con chuchoca y a redescubrir los sabores auténticos del sur de Chile. «Quiero que todos experimenten la magia de este plato y sientan el amor y la dedicación que se le pone en cada preparación. Es un pedazo de mi historia y espero que lo disfruten tanto como yo».
Así, con su pasión por la música y la gastronomía, Miguel Barriga nos recuerda que los sabores de la infancia tienen el poder de transportarnos a tiempos y lugares especiales, creando recuerdos imborrables que nos acompañan toda la vida.
Seba Poblete
Que linda historia y que bonitos recuerdos con Sexual Democracia. Recuerdo mi paso por el liceo en Temuco.
Karina R
¿No le preguntaron cuándo tocarán en Temuco!!